jueves 2 de julio de 2009
Con el diario del lunes todos empeamos a hacer especulaciones de todo tipo, y vistas a futuro como astrólogos recalcitrantes.Se dice por allí,mas o menos algo así, "Kirchner se despide del 2011", una verdad irrefutable por estas horas. Pero eso es tan así? no me animaria a refutarlo hoy, pero que pasará en estos dos años que siguen?. Se pontifica "hablaron las urnas", "el kirchnerismo debe escucharlas" y luego saltan todo tipo de interpretaciones de lo que ellas dijeron. Un problema de estilos.Todos coinciden en que fue un NO a un estilo de soberbia, la falta de dialogo, apertura de juego, centralismo decisional, confrontación etc., desde Pino hasta Carrio, de De Narvaéz o Macaluse hasta Macri y los moderados de Reuteman, Cobos, Binner o Sabatella. Podemos coincidir en algo pero no in toto. Es verdad que hubo una construcción discursiva de esas cualidades, y que esas cualidades tienen una materializacion en la realidad, pero el estilo K no se acaba allí. Tambien tenemos su cuota de efecto sorpresa, de transgresión, de jugar al limite, de pragmatismo e idealismo mezclados vaya a saber por que pocima, de buscar nuevos horizontes de la política y extenderla donde parecia que no habia nada mas, de apostar todo y jugarsela de una.Fue ese estilo el llevo adelante muchas cosas. Implico que el Estado,que estaba dado por muerto dada su fragmentacion, avance sobre la economia y comience a preocuparse por lo social y sea el ordenador -o con fuerte ingerencia en el ordenamiento social. Quizá sí, esas cualidades que le critican se hayan incrementado producto de su forma de negociar, ya que para retomar ese poder estatal hubo que ser fuerte y no dar el brazo a torcer. y fue, de esa forma, que se reconstituyó un poder y eso fue obra y gracia, en Argentina, del Kirchnerismo y tambin porsupuesto de sus estilos. Guerras y batallas.Ahora bien es posible que esa construccion discursiva con anclaje en la realidad, que tiene que ver con la forma confrontativa, conflictiva, tuvo sin dudas sus frutos en los comicios del domingo pasado. La estrategia K de pegar duro a su adversario y confrontarlo con los noventa no llego a cuajar mucho, ante el "vaciamiento de lo político" que operaba desde los medios, pareciera que la estrategia de sonriente vs enojado primó, frente al estatalista vs el neoliberal, y quiza esto tenga algun sentido mas allá de la irracionalidad logica de preferir un discurso neoliberal sonriente. Esto se deberia al apoliticismo reinante en nuestra sociedad. Fue el triunfo del apoliticismo frente al politicismo. Es muy probable que un Manú Ginobili testimonial, que despues dijera me voy a seguir repesentando al pais con el basquet hubiera ganado la pulseada tranquilamente.De la forma que fuere, a pesar de muchas escrituras que hablan de que se ha cerrado un ciclo o algo quiza peor que se ha agotado el peso simbolico del Kirchnerismo, yo sería un tanto mas optimista, aunque sea un rasgo que en política es un tanto desdichado desde Maquiavelo, ya que creo que este es el fondo del Kirchnerismo y habrá que ver como se las ingenia para jugar en las malas. A su favor, creo, que es lugar desde donde mejor lo hace, así lo hizo cuando nada tenia allá por el 2003. De mi parte, un fervoroso cookismo es el que me alienta. En el 55 cuando cuando cayó Perón con el golpe de "la fusiladora" no fueron tantos los que salieron a defender el gobierno que había caido, pero algunos vieron a Cooke con una pistola cerca de plaza de mayo. Claro que las distancias son obvias, y que los golpes contemporaneos no son como los de ayer. No son necesarios los militares, pensemos en el 89 de Alfonsín. Y que aquí hubo unas elecciones de por medio, el golpe fue simbolico, fue un golpe emotivo, algo inesperado, lo único que no podia ocurrir pero sucedió. Por eso fue un golpe. Nosotros no tenemos pistolas, y tampoco somos ¡ay! Cooke, pero estamos convencidos de que debemos agarrarnos con uñas y dientes a esto que tanto nos costo.
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